Reflexiones y Meditaciones

Raíces

Por: Luis Pineda Rueda (Exalumno Salesiano)

Ese día regresé sobre mis huellas renunciando al olvido.

Estaba en medio de aquellas etapas duras que parecen interminables y que nunca hubiera querido recorrer.

 La vestimenta que todos llevamos por dentro,  la sentía desgarrada, ese ropaje que desde niño nos van poniendo, y luego nosotros mismos lo vamos volviendo más y más denso y pesado.

 Ese traje que supuestamente nos va a servir para evitar que los daños que vienen de fuera nos afecten, esa falsa cubierta adquirida poco a poco hecha para no desnudar el alma y darnos a conocer tal y como somos y así volvernos vulnerables.

Mi mente comenzó a recorrer de nuevo lugares, vivencias, personas que se fueron quedando en el camino, épocas de triunfos, otras de fracasos y sobre todo a las personas que para bien o para mal han marcado mi vida.

Dicen que el pasado quedó atrás y que hay que sepultarlo… y ese día me di cuenta de que no solo es imposible hacerlo, sino que de esas raíces viene todo lo que somos, que si las cortamos estamos renunciando a nuestra identidad.

 Hemos sido forjados por todo lo vivido y lo aprendido, por lo malo y de lo bueno, por las victorias y por las derrotas, por los amores y desamores, por las alegrías y de las tristezas, por la abundancia y  la escasez  

Cerré los ojos tratando de voltear la mirada hacia mis adentros. 

 Al principio todo parecía obscuro y confuso, caótico y desordenado, todo lo construido a lo largo de muchos años parecía en ruinas.

…Y  en ese recorrido interno pude ver como de mis raíces surgió aquel niño que llevo por dentro, que sentado en una banca escuchaba una narración que en aquel tiempo ya lejano parecía un cuento infantil:  Era un profesor que relataba los orígenes del mundo leyendo un libro llamado Génesis y con vos pausada leía exactamente lo que yo estaba viviendo en aquella introspección. Deletreaba el maestro una frase, después de contarnos que todo lo existente al principio de los tiempos  era obscuro y confuso… en aquel momento leyó:  “ y vino Dios y dijo “Hágase la luz…”

Y pude darme cuenta de que en esas raíces del pasado , habían destellos de luz, estaba lo necesario para poder crear un mundo nuevo y renovado en mi vida.

  Si…  para que todo fuera paulatinamente nuevo, esa era la solución, volver al principio de todo, volver al Génesis de mi existencia:  Que en medio de la confusión y el desorden, viniera La Luz  que viene de lo alto, la  luz de Dios.

Comment here